Luchar contra un trastorno alimentario puede ser una experiencia aislante, pero afecta a millones de personas en todo el mundo. Esta guía profundiza en el núcleo de los trastornos alimentarios, describiendo sus tipos, causas subyacentes y ofreciendo opciones de tratamiento basadas en la evidencia. Aprenda a reconocer los síntomas y descubra estrategias para controlar o superar estos complejos trastornos, desde la anorexia nerviosa hasta la bulimia y los atracones.
Puntos clave
- Los trastornos alimentarios son afecciones polifacéticas que afectan a 28 millones de estadounidenses y están influidos por factores genéticos, biológicos, conductuales, psicológicos y sociales, sin discriminación de edad, raza o sexo.
- Trastornos como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón son frecuentes y a menudo coexisten con otros problemas de salud mental, lo que tiene graves consecuencias psicológicas y físicas si no se tratan.
- El tratamiento eficaz de los trastornos alimentarios requiere un enfoque integral que incluya psicoterapia, atención médica y asesoramiento nutricional, con el objetivo de eliminar los comportamientos alimentarios desordenados, abordar los problemas psicológicos y promover hábitos alimentarios saludables.
Descifrando los trastornos alimentarios: Una visión general
Los trastornos alimentarios implican alteraciones graves y persistentes de la conducta alimentaria, así como pensamientos y emociones angustiosos. Estos trastornos son principalmente de naturaleza conductual. Entre ellos se incluye la ingesta de alimentos restrictiva por evitación, en la que se evitan ciertos alimentos debido a sus características sensoriales o al miedo a las consecuencias aversivas. El trastorno restrictivo de la ingesta de alimentos es uno de estos trastornos alimentarios que afecta a la ingesta de alimentos limitando el consumo de ciertos alimentos. Se sabe que los trastornos alimentarios afectan a personas de diferentes edades, orígenes raciales/étnicos, pesos corporales y géneros. No discriminan en función de estos factores. Se calcula que 28 millones de estadounidenses padecen o han padecido un trastorno alimentario en algún momento de su vida. Esto pone de manifiesto el impacto generalizado de los trastornos alimentarios en Estados Unidos.
El riesgo de que una persona desarrolle trastornos alimentarios comunes puede verse elevado por una combinación de factores genéticos, biológicos, conductuales, psicológicos y sociales. Estos trastornos suelen desarrollarse durante la adolescencia y la juventud, y algunas personas luchan por perder peso de forma poco saludable. De ahí que sea esencial comprender la naturaleza de estos trastornos para prevenirlos y tratarlos eficazmente.
El espectro de los trastornos alimentarios
Los trastornos de la conducta alimentaria abarcan una serie de enfermedades, cada una de ellas con síntomas y problemas distintos. Incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, que suelen ir asociados a otros trastornos de salud mental, en particular trastornos del estado de ánimo y de ansiedad.
Los comportamientos asociados a estos trastornos van desde la alimentación restrictiva o la evitación de ciertos alimentos hasta los atracones, las purgas con vómitos o el abuso de laxantes y el ejercicio compulsivo.
Anorexia nerviosa: El afán de delgadez
En el extremo del espectro se encuentra la anorexia nerviosa, un trastorno caracterizado por la inanición autoimpuesta que conduce a un peso corporal bajo para la altura y la edad, a menudo por debajo del peso normal. Este trastorno suele caracterizarse por un gran temor a engordar y una percepción sesgada del propio cuerpo. Esto puede provocar graves problemas psicológicos y físicos. Las personas que padecen este trastorno pueden adoptar conductas extremas para perder peso, como ejercicio excesivo o dietas restrictivas, lo que en última instancia les lleva a perder peso de forma peligrosa y les causa graves complicaciones de salud.
Un subtipo de este trastorno, conocido como anorexia nerviosa atípica, describe a individuos que han experimentado una pérdida de peso sustancial y muestran comportamientos y ansiedades relacionados con el peso o la forma corporal que están en consonancia con la anorexia nerviosa, pero no cumplen los criterios de insuficiencia ponderal basados en su IMC. El Índice de Masa Corporal (IMC), que suele ser inferior a 18,5 en los adultos con esta afección, desempeña un papel importante en el diagnóstico de la anorexia nerviosa.
Bulimia nerviosa: El ciclo de atracones y purgas
Otro trastorno alimentario frecuente es la bulimia nerviosa, que se caracteriza por episodios recurrentes de atracones, seguidos de conductas como el vómito o el ejercicio excesivo para evitar ganar peso, lo que provoca un malestar físico y emocional importante. Los individuos con bulimia nerviosa pueden compensar los atracones con diversos métodos de purga, como el vómito autoinducido, el ejercicio excesivo, el ayuno o el uso inadecuado de laxantes y otros medicamentos.
La bulimia puede dar lugar a síntomas psicológicos como centrarse excesivamente en el peso y la figura corporal, así como experimentar una autocrítica severa en relación con la apariencia personal. Estos síntomas pueden afectar significativamente al bienestar y la calidad de vida de una persona. Si no se trata, la bulimia puede provocar graves complicaciones de salud a largo plazo, como ritmos cardíacos anormales, hemorragias esofágicas, problemas dentales y complicaciones poco frecuentes pero potencialmente mortales, como desgarros esofágicos, rotura gástrica y arritmias cardíacas peligrosas.
Trastorno por atracón: Pérdida de control sobre la comida
El trastorno por atracón se caracteriza por:
- Episodios de consumo de grandes cantidades de comida en un período breve.
- Sensación de pérdida de control sobre la comida, que provoca angustia
- Comen en solitario porque se avergüenzan de su conducta compulsiva.
- Tras un atracón, a menudo se enfrentan a importantes sentimientos de culpa, repulsión, vergüenza y temor a ganar peso.
Los individuos con trastorno por atracón pueden restringir significativamente su ingesta de alimentos durante periodos específicos, lo que puede provocar un aumento de los impulsos de darse un atracón y crear un patrón nocivo de conducta alimentaria. El trastorno por atracón tiene graves consecuencias para la salud, como un mayor riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Estas afecciones pueden tener un impacto significativo en la salud y el bienestar generales.
Cómo identificar los signos de un trastorno alimentario
Los indicadores cognitivos y conductuales de un trastorno alimentario pueden abarcar un enfoque obsesivo en la comida, el peso corporal y la figura, junto con patrones alimentarios atípicos como la restricción de alimentos, los atracones, los picoteos o los comportamientos purgativos. Los signos de un trastorno alimentario, como las dietas excesivas, la pérdida de peso y los hábitos alimentarios restrictivos, pueden observarse a menudo de forma precoz, lo que permite intervenir a tiempo.
Los indicadores para identificar las señales ocultas de un trastorno alimentario en un ser querido incluyen:
- Comportamiento reservado en torno a la comida
- Preocupación excesiva por la imagen corporal
- Visitas frecuentes al baño después de las comidas
- Cambios repentinos de peso
La intersección de la salud mental y los trastornos alimentarios
Además, los individuos con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) pueden ser más susceptibles de desarrollar trastornos alimentarios debido a sus conductas compulsivas rituales dirigidas a aliviar la intensa ansiedad asociada a las obsesiones, que pueden conducir a patrones parecidos a los observados en la anorexia y la bulimia. En consecuencia, el tratamiento debe abordar las enfermedades mentales concurrentes.
En busca de ayuda: Opciones de tratamiento para los trastornos alimentarios
A la hora de tratar los trastornos alimentarios, lo más eficaz suele ser un enfoque polifacético. Por lo general, el tratamiento de esta enfermedad consiste en una combinación de psicoterapia, atención médica y asesoramiento nutricional. En algunos casos, también pueden recetarse medicamentos para controlar los síntomas. Los principales objetivos del tratamiento de estos trastornos suelen consistir en reducir o eliminar las conductas relacionadas con los trastornos alimentarios, abordar los problemas psicológicos, promover una alimentación sana y resolver los problemas médicos.
La psicoterapia, incluida la "terapia de conversación" y los enfoques cognitivo-conductuales, ha demostrado su eficacia en el tratamiento de determinados trastornos alimentarios. Estas diferentes formas de tratamiento ofrecen esperanza a las personas que luchan contra estos trastornos. Los medicamentos también pueden ser beneficiosos, especialmente cuando los trastornos alimentarios están asociados a la ansiedad o la depresión. Los familiares contribuyen significativamente al proceso de tratamiento, proporcionando apoyo y trabajando en equipo con los profesionales sanitarios para mejorar los resultados, especialmente en el tratamiento de adolescentes con estos trastornos.
Nutrir la recuperación: El papel de los hábitos alimentarios saludables
Restablecer una relación sana con la comida es un aspecto fundamental de la recuperación de un trastorno alimentario. Esto implica:
- Un cambio fundamental en la percepción de la comida
- Adoptar una dieta equilibrada y nutritiva
- Incorporar selecciones de alimentos saludables junto con una actividad física constante
- Enfoques terapéuticos establecidos para mejorar el bienestar general.
Las necesidades nutricionales durante la recuperación de los trastornos alimentarios varían. He aquí algunas recomendaciones específicas para cada trastorno:
- Las personas con anorexia nerviosa deben centrarse en una ingesta alta en calorías y en la elección de alimentos variados.
- Los que padecen bulimia nerviosa deben trabajar para hacer frente a los atracones y establecer pautas alimentarias constantes.
- Los individuos con trastorno por atracón se benefician de planes de comidas estructurados para establecer conductas alimentarias saludables.
La importancia de una dieta equilibrada en el proceso de recuperación de un trastorno alimentario es primordial, ya que restaura la salud física, proporciona nutrientes esenciales para apoyar la salud mental y sirve como base para la recuperación general.
Prevención y apoyo: Reducir el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios
Para prevenir los trastornos alimentarios es necesario establecer un entorno de apoyo. Una forma de hacerlo es promoviendo una imagen corporal positiva, lo que implica:
- Centrarse en las conductas de desarrollo muscular
- Abordar la insatisfacción corporal
- Fomentar una imagen corporal saludable en niños y adolescentes
- Animar a las personas a apreciar su cuerpo por lo que puede hacer y no por su aspecto.
Otro aspecto clave es la educación en nutrición equilibrada, que puede ayudar a las personas a desarrollar hábitos alimentarios saludables, esenciales para prevenir los trastornos alimentarios. Los padres también desempeñan un papel importante a la hora de mitigar el riesgo de trastornos alimentarios en los niños, fomentando hábitos alimentarios saludables desde el principio.
Vivir con un trastorno alimentario: Historias personales y estrategias de afrontamiento
Escuchar a personas que han padecido trastornos alimentarios puede aportar valiosas ideas y aliento a quienes se enfrentan a retos similares. Se pueden encontrar relatos personales de personas que padecen anorexia nerviosa en diversas fuentes, cada una de las cuales narra su viaje, sus luchas y sus triunfos sobre el trastorno.
Las personas que padecen bulimia nerviosa han compartido sus historias de resistencia, determinación y las estrategias que utilizaron para afrontar y recuperarse del trastorno, como la búsqueda de un sistema de apoyo, el desarrollo de herramientas y habilidades de autoayuda y la búsqueda de ayuda profesional.
Las personas que padecen trastorno por atracón también se enfrentan a retos personales que requieren atención, tratamiento y respeto. Muchos han luchado con problemas relacionados con los atracones durante un largo periodo de tiempo, y factores como el trauma personal y el aislamiento han contribuido al desarrollo del trastorno.
Las estrategias de afrontamiento eficaces incluyen encontrar un sistema de apoyo, desarrollar habilidades de afrontamiento saludables y utilizar herramientas de salud mental para ajustar y gestionar los desencadenantes y las recaídas.
Recursos y asistencia
Existen diversos recursos y ayudas para las personas y familias afectadas por trastornos alimentarios. Los grupos de apoyo ofrecidos por organizaciones como Verywell Mind y Equip Health, proporcionan un espacio para que las personas compartan sus experiencias y aprendan de otros que entienden sus luchas.
Las líneas telefónicas de ayuda, como las de la Asociación Nacional de Anorexia Nerviosa y Trastornos Asociados y la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias, ofrecen asistencia inmediata a las personas que sufren trastornos alimentarios y, a menudo, las ponen en contacto con un profesional de la salud mental.
Para las familias afectadas por trastornos alimentarios, FEAST (Families Empowered and Supporting Treatment of Eating Disorders) ofrece una serie de recursos y apoyo.
También se pueden encontrar recursos en línea de ayuda para los trastornos alimentarios en sitios web especializados como Eating Disorder Hope, que ofrece líneas de ayuda e información sobre opciones de tratamiento y recuperación.
Resumen
En conclusión, los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades complejas y polifacéticas que requieren una comprensión y una atención exhaustivas. Reconocer sus signos, entender sus vínculos con la salud mental, explorar las opciones de tratamiento, alimentar la recuperación mediante hábitos alimentarios saludables y prevenir su desarrollo fomentando un entorno de apoyo son pasos cruciales para combatir estos trastornos. Las experiencias de quienes viven con trastornos alimentarios, junto con los recursos y la asistencia disponibles, subrayan aún más la importancia del conocimiento compartido y el apoyo en este viaje.
Preguntas frecuentes
¿Cómo se describe un trastorno alimentario?
Un trastorno alimentario es una enfermedad mental grave caracterizada por alteraciones graves de la conducta alimentaria y de los pensamientos y emociones relacionados con ella. Esto incluye una preocupación malsana por la comida y el tamaño, el peso o la forma del cuerpo.
¿Cuáles son los cuatro tipos de alimentación?
Los cuatro tipos de alimentación son: alimentación emocional, alimentación externa, alimentación contenida y alimentación consciente. Cada tipo representa un enfoque diferente del consumo de alimentos.
¿Qué trastorno alimentario es el más común entre los hombres?
El trastorno alimentario más común entre los hombres es el trastorno por atracón, que consiste en darse atracones sin adoptar después conductas compensatorias.
¿Cuáles son los 5 tipos de ARFID?
Los 5 tipos de ARFID son el Evitativo, el Aversivo, el Restrictivo, el ARFID Adulto y el ARFID "Plus". Estos tipos varían en función de los síntomas experimentados por el individuo.
¿Cuáles son los principales tipos de trastornos alimentarios?
Los principales tipos de trastornos alimentarios son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón, cada uno de ellos con síntomas y retos distintos.
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Referencias
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