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Hiperactividad infantil: signos y soluciones

Hiperactividad infantil: signos y soluciones

¿Cómo reconocer la hiperactividad en los niños y qué soluciones existen para controlarla? Este artículo responde a estas preguntas cruciales. Aprenderá a identificar los signos de hiperactividad y descubrirá métodos eficaces para tratarla. Esta guía está diseñada para ofrecerle respuestas claras y prácticas.

Puntos clave

  • La hiperactividad, a menudo asociada al TDAH, se manifiesta en forma de dificultades de atención, actividad excesiva e impulsividad, y afecta a la vida escolar y social de los niños.
  • El diagnóstico precoz y la evaluación multidisciplinar son esenciales para un tratamiento eficaz, con la participación de profesionales sanitarios y la colaboración entre padres y profesores.
  • Los tratamientos para el TDAH combinan enfoques no farmacológicos, como la terapia conductual, y fármacos, que requieren un control riguroso de los efectos secundarios.

Comprender la hiperactividad

Hiperactividad infantil

La hiperactividad es un trastorno por déficit de atención (TDAH) caracterizado por una atención deficiente, una actividad excesiva y una impulsividad inapropiada. Este trastorno puede tener un impacto significativo en la vida de los niños, provocando fracaso escolar, comportamiento antisocial y riesgo de adicción, que puede persistir en la edad adulta. Alrededor del 5,9% de los menores de 18 años padecen TDAH, lo que subraya la importancia de aumentar la concienciación y la comprensión de este trastorno por déficit de atención.

El tratamiento precoz y multidisciplinar es esencial para ayudar a los niños con TDAH a superar sus dificultades y mejorar su calidad de vida. Es crucial reconocer los primeros signos y actuar con rapidez para proporcionar el apoyo necesario y evitar complicaciones a largo plazo.

La diferencia entre TDAH e hiperactividad

Es importante distinguir entre hiperactividad y TDAH. No todos los niños hiperactivos tienen TDAH. La hiperactividad se manifiesta en una necesidad constante de moverse, hablar, gritar y hacer ruidos.

Sin embargo, algunos niños pueden ser simplemente hiperactivos sin padecer trastorno por déficit de atención. En otras palabras, un niño puede ser hiperactivo sin cumplir los criterios para el diagnóstico de TDAH.

Signos y síntomas de la hiperactividad

Los signos y síntomas de la hiperactividad suelen manifestarse de diversas maneras. He aquí algunos comportamientos típicos de los niños con TDAH:

  • Dificultad para concentrarse en una tarea durante un periodo de tiempo prolongado.
  • Signos de falta de atención y agitación
  • Comportamiento desorganizado en las tareas cotidianas
  • Reacciones excesivas e inapropiadas a los acontecimientos del entorno

Estas manifestaciones pueden variar de un niño a otro, pero suelen observarse en quienes padecen este trastorno.

Las manifestaciones del TDAH incluyen dificultades para controlar la atención, el comportamiento y los impulsos. Estas dificultades se manifiestan en forma de falta de atención, actividad excesiva e impulsividad. Los niños hiperactivos pueden mostrar comportamientos como inquietud y dificultad para prestar atención, que afectan a su interacción social y a su rendimiento escolar.

Falta de atención y concentración

La falta de atención en los niños se manifiesta en dificultades para concentrarse en las tareas y seguir instrucciones. Esto puede provocar problemas con las tareas escolares y las actividades cotidianas. Los niños con TDAH suelen tener dificultades para mantener la atención en tareas específicas, distrayéndose fácilmente con estímulos externos.

La impulsividad, por su parte, puede adoptar la forma de acciones irreflexivas, como hablar sin pensar o tomar decisiones rápidas sin considerar las consecuencias. Estos comportamientos pueden causar problemas no sólo en la escuela, sino también en otros aspectos de la vida social del niño.

Impulsividad

La impulsividad en los niños con TDAH se manifiesta en la interrupción frecuente de actividades y en la dificultad para frenar impulsos o acciones. Por ejemplo, un niño impulsivo puede interrumpir constantemente conversaciones o juegos, incapaz de esperar su turno.

Estos comportamientos pueden provocar conflictos con compañeros y adultos, afectando a las relaciones sociales del niño. La impulsividad también puede conducir a comportamientos de riesgo o decisiones precipitadas, que a veces ponen al niño en peligro.

Hiperactividad motora

La hiperactividad motora se manifiesta en los niños como una necesidad constante de moverse, lo que dificulta que permanezcan sentados. Se puede observar a los niños hiperactivos moviéndose constantemente, incluso en situaciones en las que lo adecuado sería permanecer tranquilos. Esta inquietud constante puede interferir en su concentración en clase, afectando a su rendimiento escolar y a sus interacciones sociales.

También tienen una fuerte necesidad de moverse, lo que puede impedir que se concentren en actividades tranquilas. A veces les resulta difícil permanecer quietos, incluso en entornos tranquilos.

Es esencial comprender que no todos los niños que muestran un comportamiento hiperactivo cumplen necesariamente los criterios del TDAH; algunos pueden ser simplemente hiperactivos.

Causas de la hiperactividad

Hiperactividad infantil

Hay muchas causas de hiperactividad, entre ellas factores genéticos, ambientales y del neurodesarrollo. Por ejemplo, la exposición en el útero a sustancias como el alcohol, el tabaco o la cocaína puede aumentar el riesgo de desarrollar TDAH. Del mismo modo, la exposición al plomo durante la infancia es otro factor ambiental relacionado con el TDAH.

Los antecedentes de infecciones cerebrales o traumatismos craneoencefálicos también pueden influir en el desarrollo del TDAH. El bajo peso al nacer se asocia a un mayor riesgo de TDAH en los niños. Los acontecimientos traumáticos en la infancia también pueden contribuir al desarrollo del TDAH.

Otros factores, como la apnea obstructiva del sueño y las deficiencias nutricionales, sobre todo de hierro, también contribuyen al TDAH. Comprender estas causas es esencial para gestionar mejor el TDAH y apoyar a los niños afectados.

Diagnóstico de la hiperactividad

Hiperactividad infantil

El TDAH puede ser diagnosticado por diversos profesionales de la salud, entre ellos :

  • el médico de cabecera
  • psiquiatra
  • el psiquiatra infantil
  • el pediatra
  • neuropediatra
  • neurólogo

El diagnóstico suele realizarse a partir de los 6 años y se basa en signos clínicos como la falta de atención y la impulsividad, medidos mediante pruebas psicológicas y una evaluación completa de la vida y el comportamiento del niño.

Los cuestionarios rellenados por padres y profesores, así como las observaciones directas del niño, son también valiosas herramientas de diagnóstico. Estas evaluaciones ayudan a confirmar la presencia de síntomas de TDAH y a distinguir estos síntomas de los causados por otros trastornos.

Evaluación multidisciplinar

El manejo del TDAH debe ser multidisciplinar, implicando a varios profesionales de la salud para adaptar los tratamientos a las necesidades del niño. La evaluación multidisciplinar incluye aportaciones psiquiátricas, psicológicas y educativas. Un equipo multidisciplinar en un centro médico-psicológico incluye psiquiatras y psicólogos.

Es fundamental iniciar el tratamiento lo antes posible tras el diagnóstico de TDAH para optimizar los resultados. La coordinación por parte del médico tratante con otros profesionales de la salud, según sea necesario, es esencial para un seguimiento eficaz. Formar a los profesores para que comprendan el TDAH y sus manifestaciones mejora su capacidad para responder a las necesidades de los alumnos.

Pruebas psicológicas

Las pruebas psicológicas miden específicamente la falta de atención y la impulsividad como parte del diagnóstico del TDAH.

Entre los profesionales que intervienen en el tratamiento del TDAH se incluyen :

  • el médico tratante
  • el pediatra
  • psiquiatra
  • psicólogo
  • psicomotricista
  • logopeda
  • terapeuta ocupacional
  • trabajador social.

El tratamiento inicial del TDAH se basa en enfoques no médicos como la psicoterapia, la reeducación y la orientación de los padres.

Cuidados y tratamiento

Hiperactividad infantil

Las opciones de tratamiento del TDAH incluyen enfoques medicinales y no medicinales. Los medicamentos psicoestimulantes se consideran los más eficaces para tratar el TDAH. Por ejemplo, Slenyto® es un medicamento que contiene melatonina mencionado para el TDAH. Sin embargo, el tratamiento farmacológico sólo debe prescribirse si los enfoques no farmacológicos no son suficientes para controlar los síntomas.

Los enfoques no farmacológicos incluyen la terapia conductual, cognitiva y emocional. El objetivo principal de las sesiones de terapia es enseñar a los niños a observarse a sí mismos, resolver sus dificultades y modificar su comportamiento. Estas técnicas pretenden mejorar la comunicación con el niño y gestionar los problemas de comportamiento .

Terapia conductual

Las técnicas generalmente utilizadas para un niño hiperactivo incluyen la terapia conductual, cognitiva y emocional. Se recomienda utilizar instrucciones sencillas y asertivas, adaptadas al nivel de comprensión del niño hiperactivo. Comprobar que el niño entiende las instrucciones es crucial para asegurarse de que sabe lo que tiene que hacer.

La psicoeducación mejora la comunicación con el niño y ayuda a gestionar los problemas de comportamiento. El refuerzo positivo puede ser beneficioso para fomentar los comportamientos deseados en los niños con TDAH.

Medicación y efectos secundarios

El tratamiento farmacológico del TDAH, como el metilfenidato, requiere una supervisión médica intensiva debido a sus posibles efectos secundarios. La medicación sólo debe prescribirse si los enfoques no farmacológicos no son suficientes para controlar los síntomas del TDAH.

Los efectos secundarios de la medicación pueden incluir trastornos del sueño, pérdida de apetito y dolores de cabeza. Por lo tanto, es esencial vigilar de cerca al niño y ajustar el tratamiento en función de sus necesidades específicas.

Apoyo familiar y escolar

El apoyo de la familia y la escuela es crucial para ayudar a los niños con hiperactividad. En Francia, entre el 3,5 y el 5,6% de los escolares padecen TDAH. Para los alumnos con TDAH se recomiendan estrategias pedagógicas adaptadas, como pausas frecuentes y métodos visuales.

El enfoque sistémico para apoyar a los niños con TDAH implica la colaboración de todas las partes interesadas, incluidos profesores, padres y especialistas. Es esencial reconocer que el comportamiento de un niño con TDAH está influido por su entorno, tanto en la escuela como en casa.

La comunicación abierta y el entendimiento mutuo entre padres, profesores y profesionales sanitarios son esenciales para crear un entorno de apoyo.

Estrategias de crianza

Los padres desempeñan un papel crucial en la gestión del TDAH de sus hijos. Los problemas de concentración pueden provocar un bajo rendimiento escolar y afectar a la autoestima del niño. Los programas de entrenamiento en habilidades parentales (PSTP) están diseñados para ayudar a los padres a gestionar mejor el comportamiento de sus hijos. Estos programas ofrecen técnicas prácticas para fomentar un comportamiento positivo y mejorar la comunicación en la familia.

Animar a los niños a hacer ejercicio con regularidad puede mejorar su atención y su memoria. Crear un «rincón tranquilo» en casa también puede ayudar a los niños hiperactivos a relajarse y calmarse.

Es aconsejable ignorar ciertos comportamientos menores para no reprender constantemente al niño hiperactivo y preservar así un ambiente positivo en casa.

Ajustes escolares

Los niños con TDAH pueden tener problemas de atención, con distracciones frecuentes y dificultad para seguir instrucciones. Para ayudarles a tener éxito en clase, es fundamental poner en marcha adaptaciones pedagógicas. He aquí algunas sugerencias:

  1. Introducir descansos regulares para que los niños hiperactivos liberen su energía.
  2. Utilizar ayudas visuales para que entiendan las instrucciones.
  3. Crear un entorno de trabajo tranquilo y sin distracciones.
  4. Ofrezca tareas cortas y variadas para mantener el compromiso.
  5. Fomentar el uso de técnicas de gestión del tiempo, como los temporizadores.

Estas adaptaciones pueden mejorar enormemente la experiencia de aprendizaje de los niños con TDAH.

Los profesores también pueden utilizar métodos visuales para captar la atención de los alumnos y estrategias de enseñanza adaptadas a sus necesidades específicas. Trabajando en estrecha colaboración con los padres y los profesionales de la salud, los profesores pueden crear un entorno escolar propicio para el aprendizaje y el desarrollo de los niños con TDAH.

Pronóstico y evolución

Es difícil predecir la trayectoria del TDAH en un individuo, ya que cada caso es único y puede evolucionar de forma diferente. Alrededor del 50% de los niños con TDAH no presentan síntomas en la edad adulta. Sin embargo, para algunos, los síntomas pueden persistir y requerir una adaptación continua del enfoque diagnóstico y terapéutico a lo largo del tiempo.

Los adolescentes con TDAH pueden tener dificultades para gestionar sus emociones, lo que puede provocar conflictos familiares y aumentar la prevalencia de trastornos de ansiedad y depresivos. Algunos adolescentes pueden desarrollar una mayor conciencia de su trastorno y volverse proactivos en su manejo, mientras que otros pueden resistirse al reconocimiento de su TDAH.

El síndrome de TDAH también puede repercutir en la vida de las personas al aumentar el riesgo de depresión, accidentes y adicciones.

Recursos y ayudas disponibles

Hay muchos recursos y ayudas disponibles para ayudar a los niños con TDAH. Los paquetes de actividades para el TDAH incluyen actividades diseñadas específicamente para niños con hiperactividad. Estas actividades ayudan a canalizar su energía de forma constructiva y a mejorar su concentración.

Las guías de gestión sensorial ayudan a comprender y gestionar los retos sensoriales a los que se enfrentan los niños con TDAH. Los recursos de gestión del comportamiento incluyen tablas y estrategias diseñadas para fomentar el comportamiento positivo de los niños en casa y en el colegio.

El uso de estos recursos no sólo ayuda a mejorar el bienestar de los niños, sino que también refuerza la relación entre padres, profesores y niños.

En pocas palabras

En resumen, la hiperactividad y el TDAH en los niños son enfermedades complejas que requieren un conocimiento profundo y un enfoque multidisciplinar para su tratamiento eficaz. Desde el reconocimiento de los signos y síntomas hasta la puesta en marcha de estrategias de apoyo familiar y escolar, cada paso es crucial para mejorar la calidad de vida de los niños con TDAH. Manteniéndose informados y colaborando con los profesionales de la salud y la educación, padres y profesores pueden desempeñar un papel fundamental en el desarrollo armonioso de los niños. Juntos, podemos crear un entorno más comprensivo y solidario para estos jóvenes.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la diferencia entre hiperactividad y TDAH?

La hiperactividad se distingue del TDAH por su manifestación exclusiva de la necesidad de movimiento, mientras que el TDAH engloba también problemas de falta de atención e impulsividad. Por lo tanto, es esencial evaluar todos estos aspectos para realizar un diagnóstico preciso.

¿Cuáles son los principales signos del TDAH en los niños?

Los principales signos del TDAH en los niños son la dificultad para concentrarse, la agitación excesiva y el comportamiento impulsivo. Reconocer estos síntomas es esencial para una intervención adecuada.

¿Cuáles son las posibles causas de la hiperactividad?

La hiperactividad puede atribuirse a factores genéticos, ambientales y del neurodesarrollo, como la exposición in utero a sustancias nocivas y las infecciones cerebrales. Por lo tanto, es esencial tener en cuenta estos diferentes elementos para comprender mejor esta afección.

¿Cómo se diagnostica el TDAH?

El TDAH se diagnostica mediante cuestionarios, observaciones y pruebas psicológicas realizadas por profesionales sanitarios. Este enfoque permite evaluar con precisión los comportamientos y síntomas asociados al trastorno.

¿Qué tratamientos existen para el TDAH?

Los tratamientos disponibles para el TDAH incluyen medicación psicoestimulante, terapia conductual y enfoques no medicinales como la psicoterapia y la reeducación. Es importante elegir un método que se adapte a las necesidades de cada individuo.

Contenido original del equipo de redacción de Upbility. Prohibida la reproducción total o parcial de este artículo sin citar al editor.

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