La ecolalia, a menudo vista como una simple repetición de sonidos o palabras, está profundamente entrelazada con el desarrollo y las vías de comunicación de muchos niños autistas. Estos comportamientos repetitivos, como el balanceo, aleteo o saltos, pueden parecer sin propósito, pero a menudo son una forma de autorregulación, búsqueda de estimulación sensorial o gestión de emociones. En el contexto del espectro autista, la ecolalia puede manifestarse de diversas maneras y tener diferentes significados. Esta forma de lenguaje, aunque a veces se pasa por alto como una imitación sin sentido, tiene un profundo significado. Una mayor investigación y comprensión de la ecolalia puede ayudar a cuidadores, profesores y compañeros a conectar más profundamente con los niños con trastorno del espectro autista. Además, la ecolalia puede ser una forma de comunicación no verbal para los niños con autismo.
¿Qué es la ecolalia?
La ecolalia es el acto de repetir sonidos, palabras o frases audibles, y se caracteriza por ser un lenguaje repetitivo que forma parte natural del desarrollo del lenguaje de los niños. Además de la repetición de sonidos, la ecolalia puede estar acompañada de movimientos repetitivos como balanceos o aleteos, que proporcionan gratificación sensorial y relajación. Se manifiesta de dos maneras: ecolalia inmediata (repetición tan pronto como se oye algo) y ecolalia retardada (repetición después de un intervalo de tiempo) (Rybak, 2019). Es importante realizar una consulta con un especialista para un diagnóstico adecuado, ya que la presencia sola de este signo clínico no es criterio suficiente para hablar de autismo.
La ecolalia en el desarrollo autista
Aunque la ecolalia se produce en diversas etapas y condiciones del desarrollo, es especialmente frecuente en los niños autistas como parte de sus conductas repetitivas. De hecho, Tager-Flusberg y Calkins (1990) sugirieron que hasta el 75% de los autistas verbales presentan ecolalia en su comunicación. Estas estereotipias pueden incluir movimientos físicos y verbalizaciones repetitivas, y sirven como una forma de autorregulación emocional o disfrute sensorial.
Por qué la ecolalia es más que una simple repetición
Es una forma de comunicación: Incluso si un niño autista no puede producir un lenguaje espontáneo, la ecolalia proporciona un puente para el compromiso. La ecolalia puede ser una forma de comunicación funcional para los niños autistas. Cuando un niño autista repite una pregunta en lugar de responder directamente, puede procesar la información, indicar que ha escuchado la pregunta o utilizar la repetición como precursora de una respuesta (Prizant y Duchan, 1981). La ecolalia también puede estar relacionada con la búsqueda de estimulación, proporcionando una forma de autorregulación emocional.
Aprendizaje del lenguaje: La ecolalia proporciona un andamiaje a partir del cual se pueden construir habilidades lingüísticas. La repetición de frases y oraciones ayuda a los niños autistas a comprender la sintaxis, los patrones y los ritmos del lenguaje, sirviendo como ensayo para el futuro habla independiente (Stribling, Rae y Dickerson, 2007).
Autocomprensión: Las frases y sonidos familiares pueden ser reconfortantes. Los niños autistas, que pueden experimentar una sobrecarga sensorial, pueden utilizar la ecolalia como un mecanismo de conexión a tierra, haciendo eco de frases familiares para calmarse (Woynaroski et al., 2016). Los movimientos repetitivos, como balanceos o aleteos, también pueden proporcionar una sensación de control y confort.
Escenario: Una variante de la ecolalia, los guiones implican la repetición de diálogos de programas de televisión, películas o libros. Los niños autistas pueden utilizar guiones para transmitir emociones, responder a situaciones o navegar por las interacciones sociales (Stiegler, 2015).
Profundización en el tema: Las funciones de la ecolalia
Procesamiento y comprensión: Los niños con autismo pueden utilizar la ecolalia para ganar tiempo y procesar lo que se dice. La ecolalia puede ayudar en el procesamiento auditivo de los niños con autismo, facilitando la comprensión de los sonidos y palabras que escuchan. No se trata sólo de un retraso, sino de un compromiso activo y una comprensión del lenguaje a su manera (Tager-Flusberg, 1981).
Interacción social: para algunos, la ecolalia sirve como herramienta para mantener una interacción social. Repitiendo frases, pueden permanecer activos en una conversación aunque no puedan producir lenguaje espontáneo (Prizant & Duchan, 1981).
Lenguaje expresivo: aunque pueda parecer contraintuitivo, repetir una frase que ya se ha oído puede ser una forma innovadora de comunicar deseos, sentimientos o necesidades. Por ejemplo, un niño autista puede repetir una frase de un programa en la que un personaje tiene sed para indicar que quiere agua (Stiegler, 2015).
Ayuda a la memoria: La ecolalia retardada puede servir como herramienta para la memoria. La repetición de información, como instrucciones o un programa, puede ayudar en el refuerzo y la memoria para personas con autismo (Prizant y Duchan, 1981).
Comprender el papel de la ecolalia en los niños con autismo
Reconocer el valor y las funciones de la ecolalia puede transformar las interacciones con las personas autistas y aquellas con TEA:
Paciencia: Comprender que la ecolalia es un proceso esencial fomenta la paciencia, dando al individuo tiempo suficiente para procesar y responder. Además, es importante tener en cuenta la hipersensibilidad auditiva que puede estar presente en el autismo, lo que puede afectar la forma en que se procesan y responden los sonidos.
La ecolalia puede facilitar la interacción verbal en los niños con autismo, permitiéndoles participar en conversaciones y expresar sus necesidades de manera más efectiva.
Conversaciones interactivas: En lugar de desalentar la ecolalia, se puede utilizar como herramienta de compromiso. Por ejemplo, si una pregunta se repite, se puede reformular o elaborar para hacer avanzar la conversación (Prizant y Duchan, 1981).
Entorno de apoyo: crear un entorno en el que las personas autistas se sientan seguras para usar la ecolalia sin críticas puede aumentar su confianza y reducir la ansiedad, promoviendo una mejor comunicación con el tiempo (Woynaroski et al., 2016).
Autismo/Síndrome de Asperger
El Síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que afecta la capacidad de una persona para socializar y comunicarse de manera efectiva con los demás. Las personas con Asperger a menudo exhiben conductas estereotipadas, como el balanceo o el aleteo de manos, que les proporciona una sensación de control y relajación. Este tipo de movimientos, aunque placenteros, pueden interferir en el aprendizaje y desarrollo, así como en las relaciones sociales.
Además, los niños con Asperger pueden buscar ciertas texturas como una forma de autoestimulación, encontrando confort o placer sensorial en ellas.
Comprender el papel de la ecolalia en el autismo
Reconocer el valor y las funciones de la ecolalia puede transformar las interacciones con las personas autistas:
Paciencia: Comprender que la ecolalia es un proceso esencial fomenta la paciencia, dando al individuo tiempo suficiente para procesar y responder.
Conversaciones interactivas: En lugar de desalentar la ecolalia, se puede utilizar como herramienta de compromiso. Por ejemplo, si una pregunta se repite, se puede reformular o elaborar para hacer avanzar la conversación (Prizant y Duchan, 1981).
Entorno de apoyo: crear un entorno en el que las personas autistas se sientan seguras para usar la ecolalia sin críticas puede aumentar su confianza y reducir la ansiedad, promoviendo una mejor comunicación con el tiempo (Woynaroski et al., 2016).
Autismo/Síndrome de Asperger
El Síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que afecta la capacidad de una persona para socializar y comunicarse de manera efectiva con los demás. Las personas con Asperger a menudo exhiben conductas estereotipadas, como el balanceo o el aleteo de manos, que les proporciona una sensación de control y relajación. Este tipo de movimientos, aunque placenteros, pueden interferir en el aprendizaje y desarrollo, así como en las relaciones sociales.
Además, los niños con Asperger pueden buscar ciertas texturas como una forma de autoestimulación, encontrando confort o placer sensorial en ellas.
Lejos de ser una repetición arbitraria, la ecolalia es una herramienta esencial y multifuncional, especialmente para las personas autistas. Al aceptarla y comprenderla, abrimos las puertas a conexiones más ricas y profundas con los niños y adultos autistas. Además, la ecolalia puede ser vista como una forma de comunicación alternativa para las personas autistas.
Comprender el mundo diverso de los autistas requiere un aprendizaje continuo. La ecolalia, con sus capas y complejidades, ofrece una pequeña pero importante visión de este mundo. Es crucial comprender y apoyar a nuestro hijo en el contexto de la ecolalia.
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