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Test TOC Niños: Trastorno Obsesivo-Compulsivo en Niños y Adolescentes

Test TOC Niños: Trastorno Obsesivo-Compulsivo en Niños y Adolescentes

¿Qué es el TOC?

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno mental que implica obsesiones y compulsiones. Es una de las enfermedades mentales más comunes que afectan a niños y adolescentes. Según los informes, se da en el 1-3% de las personas. Es la cuarta enfermedad mental más frecuente después de las fobias, el abuso de sustancias y la depresión mayor. Un artículo de psicología sobre cómo detectar el TOC en niños puede proporcionar información valiosa para padres y educadores. La importancia de los psicólogos en la evaluación y tratamiento del TOC en niños es fundamental para un diagnóstico y una intervención adecuados.

 

Las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos involuntarios, repetitivos y persistentes. Causan a la persona ansiedad y angustia intensas, ya que los experimenta como no deseados, irracionales, inaceptables y angustiosos. La persona suele hacer todo lo posible por ignorarlos, suprimirlos o “neutralizarlos” con otro pensamiento o acción, como una compulsión.

Las compulsiones son actos visibles o mentales repetidos, normalmente de naturaleza ritual. El individuo los realiza en respuesta a una ideología o de acuerdo con reglas que deben cumplirse estrictamente. Tienen por objeto contrarrestar las obsesiones y reducir la ansiedad que provocan.

En la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se clasifica como un trastorno de ansiedad. Los criterios para diagnosticar el TOC en el DSM-5 incluyen:

Presencia de obsesiones, compulsiones o ambas: las obsesiones se definen como pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que son intrusivos y no deseados y causan ansiedad o angustia. Las compulsiones se definen como comportamientos repetitivos o actos mentales que la persona se siente impulsada a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas rígidas.

Las obsesiones o compulsiones consumen mucho tiempo o causan angustia o daño significativos: los síntomas del trastorno deben ocupar una cantidad de tiempo significativa (más de una hora al día) o causar angustia o daño significativos en el funcionamiento social, laboral o de otro tipo.

Las obsesiones o compulsiones no se deben a otra afección médica o psiquiátrica: Los síntomas del TOC no se explican mejor por otra afección médica o psiquiátrica.

Las obsesiones o compulsiones no están relacionadas con el consumo de sustancias o medicación: Los síntomas del TOC no se explican mejor por el consumo de sustancias o medicación.

Identificación: El DSM-5 también incluye determinaciones para la presencia de insight (si el individuo reconoce que sus obsesiones o compulsiones son excesivas o irracionales) y la gravedad del trastorno (basada en el nivel de interferencia con el funcionamiento).

  • miedo a la infección (me infectaré por algo que he tocado)
  • perfeccionismo (preocupación excesiva por la precisión, el orden y la simetría)
  • miedo a causarme daño a mí mismo o a otra persona
  • dudas y miedo a que ocurra algo malo (el ojo de la cocina, la puerta sin cerrar)
  • Nociones preconcebidas (números de la suerte y de la desgracia, si no hago esto… pasará algo malo, etc.)
  • pensamientos no deseados de contenido sexual, violento o blasfemo (sobre todo adolescentes)

Compulsiones del TOC:

  • Lavado y/o limpieza frecuente y excesiva, generalmente de forma ritualista.
  • Comprobación frecuente y excesiva (que no ha olvidado algo)
  • Orden y precisión de los objetos de una forma determinada que siempre es la misma.
  • Tranquilizaciones frecuentes y persistentes (No me pasará nada..)
  • Repetir las mismas acciones y comprobaciones para aliviar la ansiedad (releer o reescribir algo,)
  • Compulsiones mentales (rezar, contar)
  • Preocupación excesiva por cosas triviales y nimiedades
  • Poner los objetos en orden o reorganizarlos hasta que tenga la sensación de que todo está “bien”
  • Acumular objetos, pensando que pueden necesitarlos en el futuro
  • Secuencia de comportamientos específicos
  • Compulsiones verbales

    Causas del TOC

    Las causas exactas del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) no se conocen del todo, pero se cree que se debe a una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales. A continuación se indican algunas posibles causas del TOC:

    Factores genéticos:

    Existen pruebas de que el TOC puede tener un componente genético. Los estudios han demostrado que las personas con familiares de primer grado que padecen TOC tienen un mayor riesgo de desarrollar el trastorno ellas mismas.

    Estructura y funcionamiento del cerebro:

    El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se ha asociado con alteraciones en ciertas regiones cerebrales y sistemas de neurotransmisores implicados en la regulación del estado de ánimo, la ansiedad y el comportamiento.

    Factores ambientales:

    Los acontecimientos traumáticos, el abuso o el estrés pueden desencadenar o empeorar los síntomas del TOC en algunos individuos.

    Condicionamiento conductual:

    Algunos individuos pueden desarrollar conductas de TOC como una forma de afrontar la ansiedad o el estrés, que con el tiempo se convierte en un comportamiento repetitivo y compulsivo.

    Factores cognitivos:

    El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) puede estar asociado a patrones de pensamiento específicos, como la tendencia a sobrestimar la probabilidad de daño o el pensamiento de "todo o nada".

    ¿Cuáles pueden ser los signos de alarma del TOC?

    El niño/adolescente puede:

    • Tardar mucho en completar una tarea, incluso en actividades sencillas.
    • Hacer preguntas frecuentes y persistentes sobre la salud de los miembros de la familia
    • Se preocupa excesivamente por cosas triviales y detalles sin importancia.
    • Reacciona extremadamente ante cosas triviales
    • Tiene dificultades y/o retrasos para acostarse y completar las tareas
    • Cambia sus hábitos alimenticios
    • Se muestra muy indeciso
    • Tiene grandes dificultades para desenvolverse en su vida cotidiana
    • Dedica una cantidad de tiempo excesiva a las rutinas diarias, como la higiene personal, comer o vestirse.
    • Repetir las mismas acciones una y otra vez
    • Pide insistentemente que le tranquilicen y no se tranquiliza fácilmente.
    • Es perfeccionista, se enfada y pierde fácilmente los nervios si no consigue algo perfecto
    • Cambia sus hábitos alimenticios
    • Se muestra muy indeciso
    • Su rutina diaria es muy difícil de gestionar
    • Intenta ocultar su extraño comportamiento, “desapareciendo” durante mucho tiempo en el baño o en su habitación.
    • Se enfada mucho y se altera cuando se le interrumpe durante una rutina o actividad diaria.

      Los niños con TOC pueden experimentar miedos y ansiedades significativas, incluyendo miedos generalizados, conflictos con compañeros, comportamientos de evitación, rituales y comprobaciones, así como la influencia de situaciones estresantes y el impacto en su vida personal, familiar y académica.

      El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) puede afectar a todos los aspectos de la vida de una persona, provocando angustia, ansiedad y trastornos importantes en el funcionamiento diario.

      Los síntomas del TOC pueden manifestarse de diversas formas, como limpieza y lavado excesivos, comprobación y recontrol, comportamientos repetitivos, pensamientos intrusivos, comportamientos de evitación, preocupación excesiva y perfeccionismo.

      Estos síntomas pueden dar lugar a comportamientos prolongados y perturbadores, que interfieren en las actividades cotidianas y las relaciones sociales. Por ejemplo, dedicar un tiempo y un esfuerzo excesivos a la limpieza y la desinfección puede afectar al rendimiento laboral o escolar o limitar la capacidad de participar en actividades sociales.

      Los comportamientos repetitivos, como golpear o tocar objetos u ordenarlos, pueden llevar mucho tiempo e interferir en la productividad o la concentración. Los pensamientos persistentes y la preocupación excesiva pueden causar ansiedad y angustia significativas, lo que conduce a conductas de evitación y limita la capacidad de la persona para participar en actividades que disfruta.

      El perfeccionismo puede llevar a un pensamiento rígido y a dificultades para adaptarse a cambios o situaciones inesperadas, lo que puede afectar a las relaciones sociales y al rendimiento laboral o escolar.

      Es importante señalar que no todas las personas que padecen TOC experimentan todos estos síntomas y que la gravedad de los mismos puede variar enormemente de un individuo a otro. Sin embargo, si no se trata, el TOC puede afectar significativamente a la calidad de vida de una persona, provocando aislamiento social, ansiedad y depresión.

      ¿Cómo afecta el TOC a niños y adolescentes?

      El TOC puede hacer que la vida cotidiana sea muy estresante para los niños. Los rituales suelen llevar mucho tiempo y los niños suelen llegar tarde al colegio o a las actividades. Esto suele provocar tensiones o conflictos en la familia. Los niños no pueden disfrutar del tiempo con los amigos ni divertirse cuando las compulsiones ocupan todo su tiempo libre. El paciente con TOC muestra dificultades emocionales y sociales significativas, afectando su capacidad para interactuar con sus compañeros y mantener relaciones familiares saludables.

      En la escuela, obsesiones y rituales como comprobar, tachar y volver a hacer los deberes afectan a la atención y la concentración, a la realización de los deberes y a la asistencia a clase. Los niños mayores y los adolescentes no entienden lo que les ocurre, se preocupan y se esfuerzan por ocultar sus compulsiones.

      Sus días son ajetreados y a menudo rompen sus horarios de sueño para cumplir con sus responsabilidades. En consecuencia, duermen hasta tarde y están cansados durante el día. Todo este estrés afecta a sus emociones (tristeza, ira, rabietas).

      ¿Cómo afecta el TOC a la familia?

      La familia suele sufrir cuando un niño presenta TOC. Al principio, los padres pueden sentirse confusos o frustrados por los comportamientos extraños de su hijo. Pueden asustarse cuando su hijo se altera y parece incapaz de detener las compulsiones.

      Los niños pueden presionar a sus familias para que participen en el TOC de muchas formas diferentes: A menudo buscan tranquilidad haciendo repetidamente las mismas preguntas a sus padres y exigiendo respuestas cada vez. Pueden necesitar ayuda de sus padres y hermanos para completar sus rituales.

      Pueden insistir en que sus padres y hermanos sigan sus compulsiones. Pueden enfadarse mucho si no se salen con la suya. Todo esto es muy estresante para la familia, que siente que no puede relajarse y que la vida en casa es muy tensa. Los padres pueden sentir que tienen que cambiar la rutina familiar o ceder a las exigencias del niño para evitar su enfado y ansiedad.

      Es natural que pasen por muchas emociones diferentes, como miedo, frustración, ira, culpa y tristeza. A menudo se preocupan por si su hijo se recuperará y por cómo será su futuro.

      ¿Puede tratarse el TOC en niños y adolescentes?

      Sí, el TOC puede tratarse en niños y adolescentes. De hecho, el diagnóstico y el tratamiento precoces pueden ayudar a evitar que el trastorno interfiera en el desarrollo social y académico del niño. El tratamiento del TOC en niños y adolescentes suele consistir en una combinación de medicación y psicoterapia.

      Medicación: Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son un tipo de medicación comúnmente utilizada para tratar el TOC en niños y adolescentes. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir la ansiedad y las obsesiones y compulsiones.

      Terapia cognitivo-conductual (TCC): la TCC es un tipo de psicoterapia que puede ayudar a los niños y adolescentes a aprender a controlar y reducir los síntomas del TOC. La terapia de exposición y prevención de respuesta (EPR), un tipo específico de TCC, consiste en exponer gradualmente al niño a situaciones u objetos que desencadenan los síntomas del TOC y enseñarle a resistirse a realizar comportamientos compulsivos.

      Terapia familiar: El TOC puede afectar a toda la familia, y la terapia familiar puede ayudar a las familias a entender la enfermedad y a aprender formas de apoyar el tratamiento de su hijo.

      Rendimiento cognitivo

      El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) puede repercutir en el rendimiento cognitivo. La investigación sugiere que las personas con TOC pueden experimentar dificultades en ciertas funciones cognitivas, incluyendo:

      Atención: los síntomas del trastorno pueden ser muy distractores y exigentes, lo que dificulta que las personas se centren en las tareas o filtren la información irrelevante.

      Memoria de trabajo: La memoria de trabajo se refiere a la capacidad de retener y manipular información en la mente durante un corto período de tiempo. Las personas con TOC pueden tener dificultades con la memoria de trabajo, lo que puede afectar a su capacidad para planificar y organizar tareas.

      Toma de decisiones: los síntomas del TOC pueden conducir a un parloteo excesivo y a la indecisión, lo que dificulta la toma de decisiones o la adopción de medidas.

      Flexibilidad cognitiva: La flexibilidad cognitiva se refiere a la capacidad de cambiar el pensamiento o el comportamiento en respuesta a demandas o situaciones cambiantes. Las personas con TOC pueden tener dificultades con la flexibilidad cognitiva, lo que puede afectar a su capacidad para adaptarse a los cambios o responder a situaciones inesperadas.

      Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas con TOC experimentan dificultades cognitivas y que el alcance de estas dificultades puede variar mucho de un individuo a otro. El tratamiento del TOC, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la medicación, puede ayudar a reducir los síntomas y mejorar la función cognitiva.

      ¿Qué es la psicoterapia cognitivo-conductual (TCC) y cómo funciona?

      La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tipo de psicoterapia que ha demostrado su eficacia en el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Durante la intervención cognitivo-conductual, se evalúan ítems específicos como los rituales, comprobaciones y características temperamentales del niño. La TCC para el TOC suele incluir dos componentes principales: la exposición y prevención de respuesta (EPR) y la terapia cognitiva.

      Exposición y prevención de la respuesta (EPR): la EPR es un tipo de terapia conductual que consiste en exponer gradualmente a la persona con TOC a situaciones u objetos que desencadenan sus obsesiones, evitando al mismo tiempo que realice conductas compulsivas.

      El objetivo es ayudar a la persona a aprender a tolerar la ansiedad asociada a sus obsesiones sin recurrir a las compulsiones. Con el tiempo, el individuo aprende que puede hacer frente a sus obsesiones sin realizar conductas compulsivas.

      Terapia cognitiva: Este componente de la TCC se centra en identificar y cambiar las creencias y pensamientos negativos o poco realistas que pueden estar contribuyendo a los síntomas del TOC. Por ejemplo, una persona con TOC infeccioso puede tener la creencia de que todos los gérmenes son perjudiciales y pueden causar enfermedades. La terapia cognitiva puede ayudarle a cuestionar esta creencia y a aprender a pensar de forma más realista sobre el peligro real de los gérmenes.

      La TCC para el TOC suele realizarse en 12-20 sesiones semanales, y el terapeuta también puede asignar ejercicios para casa para reforzar las habilidades aprendidas en la terapia. Las investigaciones han demostrado que la TCC puede ser tan eficaz como la medicación en el tratamiento del TOC, y muchas personas muestran una mejoría a largo plazo con este tratamiento.

      Es importante trabajar con un profesional de la salud mental con experiencia en el tratamiento del TOC mediante TCC. Los planes de tratamiento deben adaptarse a las necesidades de cada persona y, en algunos casos, puede utilizarse una combinación de medicación y psicoterapia.

      Medicación en niños y adolescentes con trastorno obsesivo-compulsivo

      Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son un tipo de medicación que se utiliza habitualmente para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en niños y adolescentes. Estos medicamentos actúan aumentando los niveles del neurotransmisor serotonina en el cerebro, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad y las obsesiones y compulsiones.

      La Food and Drug Administration (FDA) de EE.UU. ha aprobado varios ISRS para el tratamiento del TOC en niños y adolescentes, como la fluoxetina (Prozac), la sertralina (Zoloft) y la fluvoxamina (Luvox). Estos fármacos suelen tolerarse bien, pero algunos efectos secundarios potenciales son náuseas, insomnio y disminución del apetito.

      Al recetar medicamentos a niños y adolescentes con TOC, los profesionales sanitarios suelen empezar con una dosis baja y aumentarla gradualmente con el tiempo. También vigilarán de cerca a la persona para detectar cualquier efecto secundario o cambio en los síntomas.

      Creo que mi hijo puede padecer un TOC, ¿qué debo hacer?

      Si sospecha que su hijo puede padecer un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), es importante que busque ayuda profesional. A continuación se indican algunas medidas que puede tomar:

      Hable con el médico de su hijo: Empiece por concertar una cita con el profesional sanitario de su hijo, como su pediatra. Éste puede ayudarle a evaluar los síntomas de su hijo y remitirle a un profesional de la salud mental con experiencia en el tratamiento del TOC.

      Consulte a un profesional de la salud mental: Un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, puede realizar una evaluación exhaustiva para determinar si su hijo padece TOC y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.

      Infórmese sobre el TOC. Esto puede ayudarle a comprender mejor la experiencia de su hijo y apoyarle en su tratamiento.

      Sea comprensivo: Los niños con TOC pueden sufrir mucho estrés y angustia, por lo que es importante proporcionarles apoyo emocional y tranquilidad. Anime a su hijo a hablar de sus sentimientos y experiencias y hágale saber que usted está ahí para ayudarle.

      Fomente la terapia: El TOC puede tratarse eficazmente con una combinación de medicación y psicoterapia. Anime a su hijo a participar en el tratamiento y refuércelo positivamente por sus progresos.

      Aliki Kassotaki - Logopeda y terapeuta del lenguaje MSc, BSc
      Derechos de autor Upbility 2022

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