La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta aproximadamente al 10% de la población. Es una afección neurológica que afecta a la capacidad de una persona para leer, escribir, deletrear y, a veces, hablar. Aunque se trata de una afección común, a menudo se malinterpreta y puede ser ignorada en las aulas, lo que hace que quienes luchan contra ella se sientan incomprendidos e incomprendidas.
La dislexia no está causada únicamente por un factor, sino que puede coexistir con otras afecciones, como deficiencias neurológicas o sensoriales, bajo potencial cognitivo, problemas psicológicos y trastornos emocionales, o condiciones ambientales adversas. Sin embargo, no puede atribuirse únicamente a uno de estos factores. La dislexia es un trastorno complejo que afecta a la capacidad de una persona para reconocer y reproducir palabras, y puede afectar gravemente al aprendizaje y la comunicación.
En este artículo examinaremos más detenidamente qué es la dislexia y cómo puede afectar al aprendizaje. También hablaremos de los signos y síntomas de la dislexia, las causas del trastorno y cómo diagnosticarlo y tratarlo.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es un trastorno neurobiológico que afecta a la forma en que el cerebro procesa el lenguaje. No está relacionada con la inteligencia y las personas con dislexia son tan inteligentes como sus compañeros. La dislexia puede afectar a las personas de diferentes maneras, pero algunas de las características comunes incluyen dificultades con la lectura, la escritura, la ortografía y, a veces, el habla.
Una persona con dislexia tiene dificultades para descodificar el lenguaje, es decir, para entender la relación entre letras y sonidos. Esto dificulta especialmente la lectura y la ortografía. También puede tener dificultades para recuperar palabras y le cuesta expresarse oralmente.
La dislexia también puede afectar a otras capacidades cognitivas, como la memoria de trabajo, la atención y la velocidad de procesamiento. Estas capacidades son importantes para el éxito académico y, si se ven afectadas por la dislexia, tienen un impacto significativo en la capacidad de aprendizaje de una persona.
Dificultades específicas de aprendizaje
Las dificultades específicas de aprendizaje (DEA) son un grupo de trastornos que afectan a la capacidad de una persona para aprender y procesar información en áreas específicas. Las dificultades específicas de aprendizaje incluyen trastornos como la dislexia, la disgrafía, la discalculia y el trastorno del procesamiento auditivo. Aunque los TEA pueden afectar a distintas áreas del aprendizaje, todos comparten la característica común de crear una brecha entre la capacidad intelectual de una persona y su rendimiento académico.
Las personas con SLD pueden tener dificultades con la lectura, la escritura, las matemáticas o la comprensión y el procesamiento del lenguaje hablado; dislexia es el término utilizado cuando las personas tienen dificultades para aprender a leer.
Signos y síntomas de la dislexia
La dislexia es difícil de diagnosticar y los síntomas pueden variar de una persona a otra. Algunos de los signos más comunes de la dislexia son:
- Dificultad con la conciencia fonológica, que es la capacidad de reconocer y manipular los sonidos de las palabras.
- Dificultad en la descodificación, que es la capacidad de oír las palabras.
- Dificultad en la lectura.
- Dificultad con el lenguaje hablado
- Dificultad de comprensión lectora
- Dificultad ortográfica
- Dificultad con la puntuación
- Dificultad en la escritura
- Dificultad con la expresión verbal
- Dificultad para aprender una lengua extranjera
- Dificultad con la gestión del tiempo y la organización
- Dificultad para memorizar
- Dificultad con las matemáticas
Si observa alguno de estos síntomas en usted o en otra persona, puede ser un signo de dislexia. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la dislexia se presenta de forma diferente en cada persona, por lo que lo mejor es consultar a un especialista para obtener un diagnóstico.
Causas de la dislexia
Las causas exactas de la dislexia no se conocen del todo, pero se cree que es una combinación de factores genéticos y ambientales. La investigación ha demostrado que la dislexia tiende a ser hereditaria, lo que sugiere que existe un componente genético. Sin embargo, los factores ambientales, como la exposición prenatal al alcohol y al tabaco, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar dislexia.
La dislexia no está causada por una falta de esfuerzo o motivación y no está asociada a problemas visuales o auditivos. De hecho, la dislexia afecta a personas de todas las edades, razas y entornos socioeconómicos.
Evaluación global
La evaluación global es un paso clave para identificar la dislexia y determinar las intervenciones y adaptaciones adecuadas para las personas con esta diferencia de aprendizaje. La dislexia es un trastorno complejo que puede manifestarse de distintas formas, dependiendo del tipo y la gravedad de los síntomas.
Una evaluación exhaustiva suele incluir una serie de evaluaciones, como pruebas estandarizadas de lectura, escritura y ortografía, así como pruebas de memoria, velocidad de procesamiento y atención. La evaluación también puede incluir una revisión del historial médico de la persona, los expedientes académicos y las observaciones de los padres, cuidadores y profesores. El objetivo de la evaluación es identificar cualquier dificultad en el procesamiento fonológico u otras habilidades subyacentes que puedan estar contribuyendo a las dificultades de lectura del individuo.
Una vez realizado el diagnóstico, pueden sugerirse intervenciones y adaptaciones adecuadas para apoyar las necesidades de aprendizaje del individuo.
Abordar la dislexia
Aunque la dislexia no tiene cura, existen tratamientos y adaptaciones eficaces que pueden ayudar a las personas con dislexia a tener éxito en la escuela y en la vida. El tratamiento más eficaz para la dislexia es un enfoque multisensorial y estructurado del lenguaje que se centre en las necesidades específicas del individuo.
Este tipo de enfoque implica la enseñanza de habilidades lingüísticas de forma que se involucren múltiples sentidos, como la vista, el oído, el tacto y el movimiento. También utiliza un enfoque estructurado y sistemático que se centra en las necesidades específicas del individuo, como la conciencia fonémica, la decodificación y la ortografía.
También hay varias adaptaciones que pueden hacerse para ayudar a las personas con dislexia a tener éxito en la escuela y en la vida. Algunas de las adaptaciones más comunes son
- Tiempo adicional para exámenes y tareas - Acceso a tecnología de apoyo, como software de conversión de texto en voz o software de reconocimiento de voz - Proporcionar instrucciones escritas además de verbales - Dividir las tareas complejas en pasos más pequeños y manejables - Proporcionar un área de trabajo tranquila para reducir las distracciones.
También es importante que las personas con dislexia reciban apoyo de familiares, amigos y profesores. Este apoyo puede ayudarles a ganar confianza y autoestima y a desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces.
El impacto de la dislexia en la educación
La dislexia puede tener un impacto significativo en la capacidad de aprendizaje de una persona. Las personas con dislexia pueden tener dificultades para seguir el ritmo de las exigencias de lectura y escritura en el aula, lo que puede provocar sentimientos de frustración y baja autoestima. También pueden tener dificultades para memorizar, lo que puede afectar a su capacidad para aprender y retener información nueva.
Estos problemas pueden ser especialmente graves en los primeros años de educación, cuando las capacidades de lectura y escritura se desarrollan rápidamente. Sin el apoyo y la adaptación adecuados, los niños disléxicos pueden quedarse rezagados con respecto a sus compañeros y tener dificultades para ponerse al día.
La discriminación auditiva es importante para el desarrollo de las capacidades lingüísticas porque permite a los niños reconocer y separar los sonidos que oyen. Las personas con dislexia pueden tener dificultades con la discriminación auditiva y les puede resultar difícil reconocer palabras a partir de los sonidos que oyen.
Sin embargo, con el apoyo y las adaptaciones adecuadas, un niño con dislexia puede tener éxito en la escuela y en la vida. La clave está en la detección precoz de la enfermedad y la aplicación de un tratamiento eficaz y adaptaciones que ayuden al niño a desarrollar todo su potencial.
Dificultades de aprendizaje y dislexia
La dislexia es sólo un tipo de problema de aprendizaje que puede afectar a la capacidad de una persona para aprender y procesar información. Otras dificultades de aprendizaje son el TDAH, la disgrafía y la discalculia, entre otras. Mientras que la dislexia se caracteriza por dificultades en la lectura y la ortografía, otras DM pueden afectar a otras habilidades como la escritura, las matemáticas o la atención. Todas las dificultades de aprendizaje tienen en común una discrepancia entre la capacidad intelectual de una persona y su rendimiento académico real. Las personas con DM suelen necesitar apoyo especializado y adaptaciones que les ayuden a tener éxito en la escuela y fuera de ella. Con una detección e intervención tempranas, las personas pueden aprender a gestionar sus dificultades y alcanzar todo su potencial.
Apoyo a los niños con dislexia
Los profesores y los padres pueden ayudar a las personas con dislexia de varias maneras.
Una de las más importantes es la detección e intervención tempranas. Esto puede incluir la detección de la dislexia en los primeros años de educación y proporcionar intervenciones basadas en la evidencia una vez que se hace un diagnóstico.
Los profesores y los padres también pueden proporcionar adaptaciones eficaces para ayudar a las personas con dislexia a tener éxito en la escuela. Por ejemplo, dedicando más tiempo a los exámenes y los deberes, utilizando tecnología de apoyo, proporcionando instrucciones escritas además de verbales y dividiendo las tareas complejas en pasos más pequeños y manejables.
También es importante proporcionar apoyo emocional a las personas con dislexia. La dislexia puede ser una enfermedad difícil de sobrellevar y puede afectar a la autoestima y la confianza de una persona. Proporcionando apoyo emocional y ánimo, los profesores y los padres pueden ayudar a las personas con dislexia a desarrollar la resistencia y las estrategias de afrontamiento que necesitan para tener éxito en la escuela y en la vida.
Capacidad de lectura y dislexia
La dislexia puede afectar considerablemente a la capacidad de leer, deletrear y descodificar palabras. Cuando la dislexia no se diagnostica ni se trata, las dificultades de lectura en la infancia continúan en la edad adulta. La dislexia se caracteriza por dificultades en el procesamiento fonológico, es decir, la capacidad de reconocer y manipular los sonidos del lenguaje. Esto puede dificultar a las personas con dislexia el reconocimiento de palabras familiares, la pronunciación de palabras nuevas y la comprensión de lo que leen.
Los lectores disléxicos también pueden tener problemas de fluidez lectora, lo que les dificulta seguir el ritmo de la clase. Sin embargo, con una detección e intervención tempranas, las personas disléxicas pueden aprender a utilizar estrategias y adaptaciones que pueden mejorar sus habilidades lectoras y ayudarles a tener éxito en la escuela y más allá. Estas estrategias pueden incluir programas de lectura basados en la fonética, instrucción multisensorial o tecnología de apoyo como audiolibros o programas de conversión de texto en voz.
Comprensión escrita
La comprensión lectora y la dislexia están estrechamente relacionadas, ya que la dislexia puede dificultar la comprensión de lo que se lee. La dislexia puede afectar a la capacidad de descodificar palabras y entender su significado, lo que puede dificultar la comprensión lectora. Los lectores disléxicos pueden tener dificultades para comprender las relaciones entre las palabras de una frase, reconocer el lenguaje figurado o las expresiones idiomáticas, o hacer inferencias basadas en el texto. Esto puede afectar al rendimiento académico y convertir la lectura en una experiencia frustrante. Sin embargo, con intervención y apoyo tempranos, las personas disléxicas pueden aprender estrategias para mejorar la comprensión lectora, como utilizar organizadores gráficos, hacer preguntas y resumir la información. Al abordar las causas subyacentes de las dificultades de lectura, las personas disléxicas pueden mejorar sus habilidades de comprensión y tener éxito en la escuela y más allá.
Lenguaje escrito y dislexia
La escritura y la dislexia también están estrechamente relacionadas, ya que la dislexia puede dificultar la expresión escrita. Las personas disléxicas pueden tener problemas para organizar sus pensamientos, poner ideas en palabras o recordar cómo se escriben palabras comunes. Escribir puede ser una experiencia difícil y frustrante para las personas con dislexia, lo que puede afectar a su rendimiento académico y a su autoestima.
La dislexia puede afectar tanto a la mecánica como al contenido de la escritura. Los escritores disléxicos pueden tener problemas con la ortografía, la puntuación y la gramática, lo que dificulta que los demás entiendan lo que escriben. También pueden tener dificultades para generar ideas, esbozar una historia o revisar su trabajo para darle claridad y coherencia.
Métodos de enseñanza
Los métodos de enseñanza desempeñan un papel fundamental en el apoyo a los estudiantes con dislexia, ya que estos estudiantes requieren enfoques especializados para satisfacer sus necesidades únicas de aprendizaje.
Los niños con dislexia suelen beneficiarse de la enseñanza multisensorial, que implica múltiples sentidos en el proceso de aprendizaje. Puede incluir actividades en las que intervienen el tacto, la vista y el oído, como trazar letras en la arena, utilizar fichas de colores para representar sonidos o leer en voz alta siguiendo el texto con el dedo.
Otro método eficaz es la instrucción explícita, que consiste en dividir las destrezas complejas en pasos más pequeños y manejables. Este enfoque puede ser especialmente útil para enseñar a leer y deletrear, que implican muchas destrezas componentes, como la conciencia fonológica, la fonética y el vocabulario.
También es importante que los profesores proporcionen a los alumnos disléxicos las adaptaciones adecuadas, como más tiempo en los exámenes, el uso de tecnología de apoyo o el acceso a grabaciones de clases o libros de texto. Estas adaptaciones pueden ayudar a igualar las condiciones de los alumnos disléxicos y permitirles demostrar sus conocimientos y habilidades.
Por último, los profesores pueden ayudar a los alumnos disléxicos creando un entorno de clase favorable a la dislexia. Esto puede incluir el uso de tipos de letra y espaciado adaptados a la dislexia en los materiales impresos, la provisión de instrucciones claras y coherentes y la reducción de las distracciones en el aula.
Conclusión
La dislexia es una afección común y a menudo incomprendida que puede tener un impacto significativo en la capacidad de aprendizaje de una persona.
Es una afección neurológica que afecta a la forma en que el cerebro procesa el lenguaje y puede afectar a la lectura, la escritura, la ortografía y la expresión verbal. Aunque no existe cura para la dislexia, los tratamientos y adaptaciones eficaces pueden ayudar a las personas con dislexia a tener éxito en la escuela y en la vida.
Si sospecha que usted o alguien que conoce puede tener dislexia, es importante buscar un diagnóstico profesional. Con el apoyo y el tratamiento adecuados, las personas con dislexia pueden superar los retos asociados a esta enfermedad y desarrollar todo su potencial. Mediante una identificación e intervención tempranas, adaptaciones eficaces y apoyo emocional, los educadores y los padres pueden ayudar a las personas con dislexia a tener éxito en la escuela y en la vida.
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